A la llegada de los primeros pobladores de esta tierra; supuestamente por los años 1700 y 1825, esto estaba enriquecido por la flora, por lo que admirada por personas que vinieron de cambronal (hoy Galván) Neyba, Azua, El Cercado, quitando estas personas la flora y la fauna y por medio a sus crianzas y follajes, le bautizaron con el nombre de Hatico (que quiere decir chiquero de becerro).
Según investigaciones, los primeros pobladores de “Hatico” fueron personas de una inteligencia natural, aunque unos menos que otros sabían leer y escribir y eran, además, personas muy religiosas.
Las primeras familias que fundaron fueron: Manuel Medina y Mamacita Reyes, Luisita Reyes, Angela Mateo, Juan Remedio Rodríguez y Salomé Ramírez, Simón Medina y Altagracia Reyes, Pedro Brito y María Antonia Gómez e Isidora Gómez.
De esas familias vinieron los descendientes que se extendieron en este pueblo, por ejemplo: de Manuel Medina y Nenecita Reyes descendieron:
Josecito Reyes; gran sabio, único médico y primero en esta jurisdicción, buen religioso. También fue considerado profeta porque predecía lo que sucedería en el futuro. Por haberse producido las profecías que él hacía, las gentes confirmaron sus creencias de que este era verdaderamente un profeta.
Los descendiente de la familia Medina Reyes fueron: Marcelo Esperanza, Facundo, José, Panchín, Ignacio y Ramonita Reyes. Estos vivían junto a sus padres en lo que hoy es la calle Duarte, esquina Amable Reyes.
Juan remedio Rodríguez y Salomé Ramírez: eran procedentes de Galván, tenían su bohío por la mediación del parque y el ayuntamiento.
Simón Medina y Altagracia Reyes: Estos vivían por el mercado, compraban resina de guayacán y cuero de chivo para venderlos en Haití, sus descendientes fueron: Justa Reyes, que se casó con Manuel Reyes, Bartolina que se casó con Confesor Vargas y Euclides Reyes que se casó con una tal Ana Clovia. Esta Ana Clovia, era maestra y a última hora se puso demente. Estos vivían en el barrio “la sombra”, casi frente al cine Catalina.
Pedro Brito y María Antonia Gómez: María Antonia Gómez, era la única que sabía leer y escribir en esta zona, de forma que las cartas que llegaban a las personas que vivían en Monserrate, El Palmar, La Cabria etc. ella era quien las leía. Era negociante, vendía gas, tubano, ron, etc. Su casa la tenía en la calle Pedro Mesa, esquina 19 de Noviembre y es la única que ún existe; en ella es donde vive en al actualidad Aracelys Gómez (Ana Celia) y donde funcionó la primera escuela de Hatico siendo María Antonia la primera maestra.
En esta escuela fueron alfabetizados especialmente los varones de esta población, ya que los padres temían que sus hijas aprendieran a leer, para que no les enviaran cartas a sus novios.
El primer síndico de Hatico fue el señor Humberto Michel, el segundo lo fue el señor Fabián Matos de la paz, quien construyó el parque que hoy lleva el nombre de Enriquillo.
El primer profesional que tuvo Hatico, fue el señor Negro Reyes.
Otro que contribuyó al desarrollo de la educación de Hatico fue un señor llamado Maximiliano Núñez, quien por ser tullido tenía que cobrar para poder sostenerse. Otros maestros fueron el puertorriqueño llamado Padilla y Augusto Cuello (Maneco).
Luego llegaron más personas de distintas partes, como fueron: Celestino González (celestino yoya) Ambrosio Mateo, José Lirin Reyes, Jaime Cuevas, De la Cruz Panchín; un poco más tarde llegaron Ramón Madora y Cheche Nonina, vinieron con su acordeón y su tambora, también con su machete, hacha y azada.
El primer canal que se construyó (Canal #1) irrigaba las tierras de Hatico, El Palmar, Los Higos y La Cu de Monserrate. Fue construido por iniciativa de Pedro Santana (Pilloco), Jaime Cuevas y Fernando Altagracia (gracia).
Luego del crecimiento de Hatico, crecía en muchos de sus hijos la intención de que este lugar se llevara a distrito municipal, por reunir las condiciones necesarias, pero surgió para esto, la oposición de los neyberos al extremo que el mercado que se realizaba aquí en forma de feria lo trasladaron a El Palmar. Manos clandestinas provocaron un incendio al mercado, siendo luego trasladado a su lugar de origen (Hatico).
En la lucha por lograr que Hatico sea elevado a Distrito Municipal se destacaron: Fabián Matos de la Paz, Pedro Mesa y Alfredo Brito. En esta lucha corrió la sangre de nuestros hombres, ya que un señor llamado Boché fue pagado para que diera muerte al Señor Fabián Matos. Encontrando este (Boché) a Fabián en el cuartel de la guardia situado en la casa de Avelina, le hizo un disparo en el estómago, y no lo mató por la intervención de un guardia llamado “gotica”.
Aprovechando la visita de Trujillo al Palmar Dulce, de Duvergé, nuestros hombres se reunieron con el coronel Blanquito, logrando que se le diera el grado de Común, perteneciente a la provincia de Bahoruco el 10 de Marzo de 1943.
Desde entonces, dejó de llamarse Hatico y se le dio el nombre de ese indio bravo que junto a Enriquillo se sublevó en la sierra de Bahoruco: Tamayo.
Según investigaciones, los primeros pobladores de “Hatico” fueron personas de una inteligencia natural, aunque unos menos que otros sabían leer y escribir y eran, además, personas muy religiosas.
Las primeras familias que fundaron fueron: Manuel Medina y Mamacita Reyes, Luisita Reyes, Angela Mateo, Juan Remedio Rodríguez y Salomé Ramírez, Simón Medina y Altagracia Reyes, Pedro Brito y María Antonia Gómez e Isidora Gómez.
De esas familias vinieron los descendientes que se extendieron en este pueblo, por ejemplo: de Manuel Medina y Nenecita Reyes descendieron:
Josecito Reyes; gran sabio, único médico y primero en esta jurisdicción, buen religioso. También fue considerado profeta porque predecía lo que sucedería en el futuro. Por haberse producido las profecías que él hacía, las gentes confirmaron sus creencias de que este era verdaderamente un profeta.
Los descendiente de la familia Medina Reyes fueron: Marcelo Esperanza, Facundo, José, Panchín, Ignacio y Ramonita Reyes. Estos vivían junto a sus padres en lo que hoy es la calle Duarte, esquina Amable Reyes.
Juan remedio Rodríguez y Salomé Ramírez: eran procedentes de Galván, tenían su bohío por la mediación del parque y el ayuntamiento.
Simón Medina y Altagracia Reyes: Estos vivían por el mercado, compraban resina de guayacán y cuero de chivo para venderlos en Haití, sus descendientes fueron: Justa Reyes, que se casó con Manuel Reyes, Bartolina que se casó con Confesor Vargas y Euclides Reyes que se casó con una tal Ana Clovia. Esta Ana Clovia, era maestra y a última hora se puso demente. Estos vivían en el barrio “la sombra”, casi frente al cine Catalina.
Pedro Brito y María Antonia Gómez: María Antonia Gómez, era la única que sabía leer y escribir en esta zona, de forma que las cartas que llegaban a las personas que vivían en Monserrate, El Palmar, La Cabria etc. ella era quien las leía. Era negociante, vendía gas, tubano, ron, etc. Su casa la tenía en la calle Pedro Mesa, esquina 19 de Noviembre y es la única que ún existe; en ella es donde vive en al actualidad Aracelys Gómez (Ana Celia) y donde funcionó la primera escuela de Hatico siendo María Antonia la primera maestra.
En esta escuela fueron alfabetizados especialmente los varones de esta población, ya que los padres temían que sus hijas aprendieran a leer, para que no les enviaran cartas a sus novios.
El primer síndico de Hatico fue el señor Humberto Michel, el segundo lo fue el señor Fabián Matos de la paz, quien construyó el parque que hoy lleva el nombre de Enriquillo.
El primer profesional que tuvo Hatico, fue el señor Negro Reyes.
Otro que contribuyó al desarrollo de la educación de Hatico fue un señor llamado Maximiliano Núñez, quien por ser tullido tenía que cobrar para poder sostenerse. Otros maestros fueron el puertorriqueño llamado Padilla y Augusto Cuello (Maneco).
Luego llegaron más personas de distintas partes, como fueron: Celestino González (celestino yoya) Ambrosio Mateo, José Lirin Reyes, Jaime Cuevas, De la Cruz Panchín; un poco más tarde llegaron Ramón Madora y Cheche Nonina, vinieron con su acordeón y su tambora, también con su machete, hacha y azada.
El primer canal que se construyó (Canal #1) irrigaba las tierras de Hatico, El Palmar, Los Higos y La Cu de Monserrate. Fue construido por iniciativa de Pedro Santana (Pilloco), Jaime Cuevas y Fernando Altagracia (gracia).
Luego del crecimiento de Hatico, crecía en muchos de sus hijos la intención de que este lugar se llevara a distrito municipal, por reunir las condiciones necesarias, pero surgió para esto, la oposición de los neyberos al extremo que el mercado que se realizaba aquí en forma de feria lo trasladaron a El Palmar. Manos clandestinas provocaron un incendio al mercado, siendo luego trasladado a su lugar de origen (Hatico).
En la lucha por lograr que Hatico sea elevado a Distrito Municipal se destacaron: Fabián Matos de la Paz, Pedro Mesa y Alfredo Brito. En esta lucha corrió la sangre de nuestros hombres, ya que un señor llamado Boché fue pagado para que diera muerte al Señor Fabián Matos. Encontrando este (Boché) a Fabián en el cuartel de la guardia situado en la casa de Avelina, le hizo un disparo en el estómago, y no lo mató por la intervención de un guardia llamado “gotica”.
Aprovechando la visita de Trujillo al Palmar Dulce, de Duvergé, nuestros hombres se reunieron con el coronel Blanquito, logrando que se le diera el grado de Común, perteneciente a la provincia de Bahoruco el 10 de Marzo de 1943.
Desde entonces, dejó de llamarse Hatico y se le dio el nombre de ese indio bravo que junto a Enriquillo se sublevó en la sierra de Bahoruco: Tamayo.
COMITÉ DE PREVENCIÓN Y DESARROLLO DE TAMAYO
COPREDETA
Nota: Información más amplia: Biblioteca “Prof. Agripina Cordero de Brito” del Liceo Secundario de Tamayo.-
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